1/11/08

Cuentos politicamente correctos


Hace unos días,oyendo la radio,me llego el nombre de este autor,James Finn Garner-que desconocía-y que en 1994 se empeño en reescribir-depurados de actitudes sexistas,racistas,etnocéntricas,patriarcales, o discriminatorias de diversa índole-clásicos infantiles tan manidos como la propia Caperucita,adaptándolos,de un modo "edificante", a los tiempos que corren.Les dejo parte de una de sus versiones...que tiene su punto:
------------------------------

Érase una vez una persona de corta edad llamada Caperucita Roja que vivía con su madre en la linde de un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque ello representa un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad. Además, su abuela no estaba enferma; antes bien, gozaba de completa salud física y mental y era perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que era.

Así, Caperucita Roja cogió su cesta y emprendió el camino a través del bosque. Muchas personas creían que el bosque era un lugar siniestro y peligroso, por lo que jamás se aventuraban en él. Caperucita Roja, por el contrario, poseía la suficiente confianza en su incipiente sexualidad como para evitar verse intimidada por una imaginería tan obviamente freudiana. De camino a casa de su abuela, Caperucita Roja se vio abordada por un lobo que le preguntó qué llevaba en la cesta.

- Un saludable tentempié para mi abuela quien, sin duda alguna, es perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que es -respondió.

- No sé si sabes, querida -dijo el lobo-, que es peligroso para una niña pequeña recorrer sola estos bosques. Respondió Caperucita:

- Encuentro esa observación sexista y en extremo insultante, pero haré caso omiso de ella debido a tu tradicional condición de proscrito social y a la perspectiva existencial (en tu caso propia y globalmente válida) que la angustia que tal condición te produce te ha llevado a desarrollar. Y ahora, si me perdonas, debo continuar mi camino.

Caperucita Roja enfiló nuevamente el sendero. Pero el lobo,liberado por su condición de segregado social de esa esclava dependencia del pensamiento lineal tan propia de Occidente, conocía una ruta más rápida para llegar a casa de la abuela. Tras irrumpir bruscamente en ella, devoró a la anciana, adoptando con ello una línea de conducta completamente válida para cualquier carnívoro. A continuación, inmune a las rígidas nociones tradicionales de lo masculino y lo femenino, se puso el camisón de la abuela y se acurrucó en el lecho.
Caperucita Roja entró en la cabaña y dijo:
- Abuela, te he traído algunas chucherías bajas en calorías y en sodio en reconocimiento a tu papel de sabia y generosa matriarca.


Leer más
-----------

8 comentarios:

Fiebre dijo...

Yo tampoco lo conocía y me has amenizado el desayuno.

La curiosidad me corroe pensando en cómo enfocará la Bella Durmiente.
¿Se despertará la mujer liberada que jamás permitirá que le obliguen a menejar la máquita de tricotar eléctrica? ¿"Correrá a boinazos" a un príncipe,miembro de una institución obsoleta,y que es notorio, comete un abuso hacia la libertad sexual de una fémina aprovechando que está distraída disfrutando de unos días de asuntos propios?
No sé si podré resisir el buscarlo.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Desde luego que es original, pero me quedo con la versión clásica, será por costumbre. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Prefiero los escritores que los reescritores.

Saludos.

Laura dijo...

Una versión original sin duda pero, por el bien de mis alumnos, seguiré con el cuento tradicional (adaptado a los tiempos actuales y sin violencia, claro).
Besos.

simalme dijo...

jajaja (me recuerda a los Bond de Pierce Brosnan)

Anónimo dijo...

Jajajajaja... pero qué buen punto de vista, me encanta, de pequeños nos cuentan la versión inocente y ya de mayores nos incluyen las normas sociales por las que debería regirse una sociedad.

Muy entretenido, con un buen sentido del humor y mucha imaginación.

Susana Peiró dijo...

Jajajajajajajajá! Está buenísimooo!

Este caso es la excepción, porque abunda en humor. Pero en general, todo pierde encanto cuando lo sometemos al tamiz de lo "políticamente correcto".

Tanto se cuidan los discursos públicos, de cualquier tipo y las comunicaciones en general, que el resultado es un híbrido, sin gusto a nada.

Me recuerda un viejo y fantástico dicho: "No aclare tanto, porque oscurece"

Excelente Entrada, Alan! Muchas Gracias!

Un abrazo!

Mary dijo...

Me ha parecido buenísimo. Me he reido una barbaridad.

Mary