30/4/09

El macho español

20/4/09

Microentrada(I)



No se el tiempo que hace que añadí,sin que me pese, a mi lista de favoritos a cierto platense que se las gasta con una elegante ironia-cuando no mero sarcasmo-,y que-con este relato me persuadio de que ojear su sitio no era,en absoluto, malgastar el tiempo.Dedicado a los picapleitos y todas aquellas almas candorosas que creen que el sistema,la ley y "la madrecita que los pario" tienen siempre que ver con la moral,la decencia y los buenos usos.
Que les vaya bonito....

17/4/09

Una dama newyorkina.


Fue la reina evanescente y de lengua afilada de el hotel Algoquín. En tiempos del jack y de presuntos caballeros con borsalinos ;cuando la burguesía de entreguerras se empeñaba casi en su mayor parte en lograr y acumular dinero,su talento de avispa agraciada copo paginas de Vanity Fair,Vogue y The Saturday Evenig Post, pero sería en la elitista The New Yorker,en la que genios como el de T.Capote o J.D.Salinger también dejarían su estela,donde-con textos como "El banquete de sapos"- se vaciaría por entero.En el Salón Rosa de dicho hotel,sobre el lugar que solia ocupar entre bebedores como Faulkner o R.Sherwood -miles de establecimientos eludían la Ley Seca en el New York de los veinte-todavía puede leerse:"Me gusta un martini/como mucho dos/en el tercero estoy bajo la mesa/y en el cuarto bajo el anfitrión". Dorothy(Rothschild)Parker,con su apellido legado por un marido suicida,fue la aguda convidada de las mansiones de Long Island,en las que cosechó amantes y más de una curda,el afectado mundo que Scott Fitzgerald retrataría en ´El Gran Gatsby´,apuró noches de farra entre garitos de la Quinta y la Sexta recalando,para un penúltimo trago,en un lupanar de la Calle 54 al que,en complicidad con Robert Benchley,dotaría de una biblioteca.Tierna,dura e inaprensible,en un viraje incomprendido por su entorno,denostó de viva voz junto a J.D.Passos la ejecución de Sacco y Vancetti,momento en el que las luchas obreras y,mas tarde,la militancia antifascista se tornaron el centro de su actividad. Su paso por Holywood,donde ejercería de guionista,entre otros,para George Cukor(Ha nacido una estrella) o Alfred Hichcock(Saboteur) sería truncado por el Comite de Actividades Antiamericanas que acabaría encarcelando a su amigo,y maestro de el genero policial ,Dashiell Hammett.Su inclusión en listas negras sopesaba casi novecientos folios,reunidos en cuatro años por el F.B.I, con su actividades y las de su marido A.Campbell,incluyendo reuniones con dirigentes sindicales,a veces en presidio, o con refugiados españoles en México.Solo a principios de los sesenta se olvidó,de un modo tímido,ese estigma,cuando restaban apenas seis años para que
una camarera la encontrase muerta,acompañada por su perro,en el hotel Voley de Manhattan.
Entre las aforismos que acuñó-nadie tendrá claro si con acierto-:"Tres son las cosas que tendré hasta la muerte:risas,esperanzas y un puñetazo".Un poco de cada una aún corcovea,en su mordaz estilo,para cualquiera que le dedique su tiempo.

3/4/09

La broma

Acabo de encontrarme con alguien,de esa gente que te ha visto crecer y te conoce más de una cicatriz y buen rato y-sin dimes ni diretes-he recordado,quizás...la peor broma que he gastado nunca.Una idiotez que a pique estuvo de acabar en desgracia y que hoy- aunque luzca pocas canas- dudaría mucho en repetir. Hace más de veinte años cuatro amigos y yo solíamos ocupar,de tarde en tarde, una casa próxima a una embalse.La casa,algo desvencijada, había alojado a varios operarios durante la construcción de el dique y,por razones que no viene al caso,era nuestro lugar de asueto en ocasiones contadas.Caía en una zona de monte bajo,algarrobos y pinares y como a un tiro de piedra,entre el boscaje de la parte trasera, había una pequeña cueva. Una noche,que habíamos caminado desde un pueblo cercano,les dije-y no mentía-que en aquella cueva solía dormir un tipo que cazaba por los alrededores y que vendía o cambiaba las piezas en una venta junto a la presa,pero añadí-de pasada- al comentario un estudiado embuste. -Ese tipo ya ha dado problemas en una ocasión, la emprendió a tiros,sin venir a cuento,contra la casa de Eusebio,con él y su familia dentro. Eusebio era el único vecino de el lugar,un labriego rollizo y canoso con una mujer de el mismo porte y dos hijas, entre los doce y trece años, de aire tímido y distraído.Su casa distaba unos minutos a pie, frente a dos viviendas desportilladas que habían ido cayendo en desuso.
-Aunque no llegó a herir a nadie, lo internaron durante un tiempo y salio,al parecer, hace unos meses.En la venta me han dicho que se le retiro la licencia y el arma-añadí.-Ahora les ayuda a cambio de comida y ,de vez en cuando, ,se le ve pescar por aquí. Un día más tarde,tras una jornada de cañas y barbacoa, regresamos a casa en torno a las once,una luna creciente iluminaba un espacio de grabilla blanca frente a la entrada,con un porche y un gran ventanal de madera. Una vez dentro,y tras dejar los bártulos ,decidimos echar una partida de cartas a la luz de el camping.No llevaríamos ni un cuarto de hora cuando mire el reloj, calculando el tiempo que tardaría J. en dar "el primer aviso".Días atrás-cuando la idea dio con nosotros o viceversa-nos habíamos hecho con docenas de explosivos de fiesta mayor que,estrellados por él contra ventanas y puerta-ninguna tenía cristales-pretendían simular a un desquiciado disparando con la peor saña contra la vivienda.Recuerdo que Ismael,el mas alto y delgado de el grupo,sonreía y daba un trago -acababa de ganar la mano- cuando la ventana,a su derecha, pareció estallar,sin llegar a ceder,haciéndonos saltar de el asiento.Los cuatro quedamos en pie mirándonos y mirando el ventanal,que se había iluminado en los bordes con el estampido.Mario,un tipo bajito y de voz aflautada,fue el primero en hablar: -Pero..¿qué puñetas ha sido eso?-tenía el rostro de el color de un finado.
Román, a su lado,se atusó las gafas sobre la nariz alargada y fijó los ojos en el marco de madera como si aguardara un nuevo impacto.En ese momento,aunque el susto me había agarrado en ascuas,tuve que morderme el labio para no delatarme .Pero la reacción más extraña e inesperada,correspondió a el primero.Frente a mi,Ismael empezó a agitarse,en un abrir y cerrar de brazos , como un jugador trémulo frente la cancha.Solo le oí,con voz ahogada: -Ahí fuera hay alguien. Cuando algo volvió a estallar,esta vez,sobre la puerta,como un disparo a boca jarro,y la tulipa de un viejo quinqué de aceite,desde un estante, caía al suelo haciéndose trizas.Sin advertirlo,habíamos corrido hacia un pequeño pasillo de el ala derecha,que daba acceso a dos habitaciones.Román,parapetado en la esquina,balbuceo:
-Hijo de perra¡ Eso parece una escopeta...-Román había hablado despacio y con voz queda,como si el supuesto tirador pudiese oírlo y aquello le otorgase alguna ventaja.Mario había optado por pegarse a la pared,mudo y con una palidez casi de albino. Otro impacto,que me hizo encoger,sacudió una ventana de un cuarto y lo siguiente fue ver a Ismael hacerse en una carrera con un hacha de leña de uno de los armarios. Fue Roman el que,al advertir como temblaba,le espeto: -Cálmate¡ Si ese tipo tiene un arma más nos vale usar la cabeza. Debí haber detenido aquello entonces pero era un niñato sin aherrojar y me tentaba el dar al ambiente otra vuelta de tuerca. -Puede que sea el chiflado del que os hable...y tal vez se conforme con un susto.Si salimos de aquí,o logra colarse...-no quise añadir más.Ismael abrazo el hacha con un vago temblor en los hombros. -Quedaos aquí... Me dirigía al otro lado de la sala,cuando Román me contuvo con una voz: -Eh¡¡ Donde vas...? -Quiero comprobar algo..esa ventana. Señalé la única habitación de el ala izquierda,contigua al baño.Ninguno hizo ademán de seguirme. Una vez dentro,y sin que pudiesen verme,abrí el ventanal y salte al porche. No tenía claro lo que pretendía,salvo ver su reacción ante mi fuga y el ventanal abierto.Aunque la claridad permitía andar sin tropiezos,J no estaba visible, debía haber rodeado la casa o encontrarse tras el desmochado edificio de enfrente.A mi derecha, una hilera de abrojos escondía un pequeño canal de unos palmos y marcaba el inicio de la arboleda,mientras echaba un vistazo oí el golpe de la ventana al cerrarse y la voz desquiciada de Ismael: -Se lo ha llevado¡¡Ese cabrón se lo ha llevado¡¡ Tuve el tiempo de saltar al canal seco y ocultarme cuando la puerta se abrió y le ví,con el hacha en la diestra,irrumpir en el claro, de subito, a unos metros de mi escondite: -Esta bien.. Lo vas a tener fácil¡¡Atrévete a dar la cara..cabronazo¡¡¡ La última imprecación me dejó clavado en el sitio,habría salido de no faltarme el valor pero aquel energúmeno,pensé, podía abrirme la crisma antes de reparar en quien era y J-"donde diablos se había metido"-seguía sin dar señales de vida. Entonces oí una voz que lo cambió todo, a espaldas de Ismael y algo a la izquierda,por el sendero que ascendía hasta la casa,había-esta vez sí- un tipo con un arma auténtica. -¿Que carajo es todo esto? Tarde un segundo en reconocerlo y,dos o tres-en medio de el pasmo-en barruntar el turbio desaguisado mientras Ismael se volteaba en su dirección. -Suelta eso,-Eusebio,el vecino, algo más que desvelado por la gresca , estaba allí y parecía buscar a alguien,con ojos de babuino, entre moles y arboles -¿Donde esta el imbecil de los disparos?Mi mujer esta al borde de un ataque... Entonces vi a mi derecha como J,en cuclillas, avanzaba pegado al muro,tal vez oía sin llegar ver el cuadro con aquel tipo,escopeta en mano,velando-a buen seguro- por su calma hogareña.Roman,en otro alarde habia asomado bajo el porche e Ismael,ciego a la que sucedía,empezo a caminar hacía Eusebio que,al advertirlo, lo encañono a la voz de: -Para,o te dejo en el sitio. Tuve el tiempo justo de asomar y proferir, con la voz de un desquiciado: -Basta ya¡¡¡ Es solo.... Y entonces llegó aquel zarpazo,entre agujas frias y olor a romero... Y aquel baile de rostros... Y el aire...aquel raro aire,entre la luna y mi aliento... Acabo de encontrarme con alguien,de esa gente que te ha visto crecer y te conoce más de un cicatriz y buen rato.Fue un detalle lo de verter whisky sobre el lugar,a veces llega algún eco de aquello que un dia guste aquí,donde nada pesa.¿Quién lo iba a decir?Hice lo propio a tan atento detalle,como no,intentar que me viese.¿Y qué creen que ocurrio? Otra vez el rostro demudado,y los nervios y una huida de´ alma que lleva el Diablo´.Ja¡¡ cuando yo solo...... y arte y figura-aún más- en la sepultura...quería-tal vez no lo crean- gastar una burda broma.   .